Lo que va del 2016, ha sido un año de incertidumbre para la economía mexicana, entre la depreciación del peso frente al dólar y el clima de inseguridad en varias regiones del país, sin embargo, de acuerdo con datos proporcionados por la empresa especializada en consultoría inmobiliaria Softec, la cartera hipotecaria durante el 2000 ascendió a 65,000 mdp y se espera que para el 2030 este número aumente a 1.24 mdp. Esto quiere decir que las instituciones bancarias y de crédito han confiado en la estabilidad económica actual del país, ya que, tomando en cuenta las tendencias de crecimiento en la zona metropolitana del Valle de México, el ingreso familiar crecerá de $10,000.00 a $14,000.00 pesos mensuales; con base en lo anterior, para el 2018 esta área generará una demanda de al menos 937,000 viviendas, debido a la formación de nuevos hogares, de estas, 429,000 se solicitarán dentro de la Ciudad de México y se concentrará en un rango de precios que va de los $600,000.00 pesos a los tres millones de pesos.

Debemos tener en cuenta que, tener un lugar para vivir, es igual de necesario que comer o vestir, eso lo convierte en un artículo de primera necesidad. Además, como parte de nuestro ciclo de vida, las personas tenemos diferentes etapas de vida patrimonial; por ejemplo: matrimonio, salir de casa de los papás, la nueva opción de “roomies”, vivir juntos como pareja, tener hijos, y habrá quienes se divorcian, quienes se vuelven a casar, quienes puedan invertir en propiedades fraccionales, vacacionales, inversiones inmobiliarias patrimoniales; llega también el ciclo del “nido vacío” y se requiere un lugar más chico para vivir, residencias de retiro, etcétera. La gama es enorme y tan diversa como hay personas.

Si bien, el aumento en el precio del Dólar es un foco rojo que debemos contemplar, también debemos tener en cuenta que “el dólar en el sector inmobiliario, siempre ha sido referencia, no tipo de cambio” como bien comenta el socio director de la empresa de consultoría inmobiliaria Softec, Gene Towle, entonces esto, no debe ser una condicionante para la inversión ya que este mercado sigue siendo estable y seguro.

En cuanto a créditos, en la actualidad, se tiene un Infonavit con los recursos suficientes para hacer frente a sus compromisos, un Fondo de la Vivienda del ISSSTE (Fovissste) que está un poco más acotado, pero que avanza y por otro lado un sistema bancario que, aunque sí tiene el componente internacional, está fondeando.

Entonces en México y en específico, en la Ciudad de México, el mercado inmobiliario, continúa evolucionando y seguirá en crecimiento, el motor económico sigue trabajando, la oferta y demanda siguen haciendo mancuerna y las oportunidades de negocio en este giro, siguen rindiendo frutos.